Cada 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, este año la conmemoración se centrará en explorar las “Repercusiones del cambio climático en la seguridad y salud en el trabajo”
El cambio climático ha generado desafíos importantes en materia de desarrollo sostenible, lo que ha dejado afectaciones importantes en el crecimiento económico, el empleo y por supuesto, la salud.
A continuación, compartimos 5 ejemplos de riesgos laborales generados por el cambio climático en la seguridad y salud de los trabajadores, se encuentran los siguientes:
1. La radiación ultravioleta (UV):
Se considera una forma de radiación no ionizante, la cual es emitida por el sol y fuentes artificiales, esta se compone de dos tipos de rayos que se llaman UVA y UVB. Las lámparas solares y cámaras de bronceado también emiten radiación ultravioleta. Ten en cuenta que es posible que produzca consecuencias en la salud como: envejecimiento prematuro, melanoma, afectaciones en la piel, problemas en los ojos e incluso cáncer de piel. Es importante usar medidas preventivas como el uso continuo de bloqueador, uso de lentes para proteger los ojos y de diferentes prendas que protejan la exposición directa con el sol.
2. El estrés térmico:
Se refiere a la carga de calor que los trabajadores reciben y acumulan en su cuerpo, es el resultado de la interacción entre las condiciones ambientales del lugar donde trabajan, la actividad física que ejecutan y la ropa que llevan. Al trabajar en condiciones de estrés térmico, el cuerpo del individuo se altera, sufriendo así una sobrecarga fisiológica. Es importante tener precauciones ya que en algunos trabajos al aire libre como el del sector de la construcción, se presenta este riesgo, generando el aumento de la probabilidad que se produzcan accidentes de trabajo o incluso dolencias como enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales, cutáneas, etc. Es importante que en las empresas se tome conciencia de contar con una buena aclimatación, adaptar el ritmo de trabajo al ambiente y realizar descansos frecuentes acompañado de una optima hidratación.
3. La contaminación atmosférica:
Según el IDEAM, esta se considera como la presencia que existe en el aire de pequeñas partículas o productos secundarios gaseosos que pueden implicar riesgo, daño o molestia para las personas, planes y animales que se exponen a dicho ambiente. En cuanto a la salud humana, esta se asocia a diferentes enfermedades respiratorias como: asma, bronquitis crónica, infecciones pulmonares, cáncer de pulmón, entre otras. Recuerda que, para evitar esta contaminación atmosférica, se puede fomentar el uso de energías limpias y renovables, el uso de transporte público e implementar regulaciones estrictas para reducir las emisiones.
4. Enfermedades de transmisión vectorial:
Estas enfermedades son provocadas por bacterias, parásitos o virus que son transmitidos por vectores. Cada año se registran más de 700.000 muertes por enfermedades como el dengue, paludismo, la esquistosomiasis, fiebre amarilla, oncocercosis, entre otras. Como parte de acciones preventivas, encontramos el uso de repelentes y ropa adecuada para evitar picaduras, así mismo realizar la disposición correcta de los desechos para controlar la propagación de mosquitos.
5. Fenómenos meteorológicos extremos:
Son aquellos que se generan con menor frecuencia pero que implican un mayor grado de peligro tanto para las personas como para el entorno. Entre ellos se encuentran: lluvias torrenciales, granizo y fuertes vientos, también los huracanes, tifones y tornados o incluso olas de frio o de calor. Para protegerse en situaciones como estas es importante regirse a las indicaciones del área de Seguridad y Salud en el Trabajo y llevar a cabo los protocolos en situaciones de emergencia.